Bases bio-geofísicas de la comunicación

  • Ricardo Guerrero

Los sistemas a través de los cuales emergió y prosperó la vida primigenia pueden ser estudiados o asimilados a procesos de comunicación. ¿Qué otra cosa si no es la capacidad de transmitir la información genética de un organismo a otro? ¿O el movimiento orientado como respuesta a diversas sustancias -atrayentes o repelentes- por parte de los organismos procarióticos? Todos estos fenómenos suponen una interacción de elementos sometidos a las “leyes” de la química, la física, la biología, la geología y la geodesia, que hacen posible estudiar los procesos y manifestaciones de la vida y de la naturaleza con una visión holística y predictiva.

La evolución conecta la vida a través del tiempo y esa evolución fue y es posible por un sistema de señales que son captadas y transmitidas a todo el universo abordable, nuestro planeta. Si de los casi 4.000 millones de años de historia de la vida sobre la Tierra el 85% de ese tiempo los microorganismos han sido sus únicos habitantes, eso quiere decir que ellos establecieron las bases químicas, físicas, metabólicas y comunicativas en un medio sometido a las fuerzas geofísicas. En el plano fisiológico y geofísico las bases de la comunicación están bien establecidas. Sin embargo, lo que nos interesa es -a partir del conocimiento- reflexionar y discutir sobre la evolución, función y estado actual de la comunicación en el más amplio sentido. Aunque la palabra comunicación es hoy día omnipresente, su sentido parece ceñirse a la verbal y visual, apoyada ésta por las nuevas tecnologías y siempre en relación con la vida humana,. Sin embargo, podemos pensar en la comunicación en niveles y ámbitos muchos más amplios, que nos conducen desde la transmisión de la información en el origen de la vida y primeras formas orgánicas, pasando por los diversos períodos evolutivos y llegando hasta la civilización tecnodigitalizada actual.