Entrevista a Aminata Traoré

1°) Su trabajo

En tanto que mujer negra, enfrentada a los desafíos de este comienzo del siglo XXI como el olvido, el racismo y el menosprecio, escribo para existir y evadirme. Haciendo el camino me encuentro con otros pueblos, otras culturas, y me doy cuenta que la lógica de la dominación y del aprovechamiento abre las mismas heridas en todos los lugares. Tejo entonces nuevos vínculos y vuelvo a mi casa, enriquecida y fuerte por el dolor compartido, la esperanza y la fe reencontrada en el Hombre. 

 2°) La vida

Gracias a mi madre  tengo la idea de que la vida es una travesía. El nacimiento es el punto de partida y la muerte su fin inevitable. La Tierra es la nave a bordo de la cual nosotros navegamos. No se para jamás, somos nosotros, los pasajeros, los que subimos a bordo y bajamos cuando llega el momento. De ahí la importancia de hacerse cargo de ella y de dejarla en buen estado para las generaciones futuras. La travesía es menos agitada cuando sabemos cuidarnos los unos a los otros y compartir.

3°) La comunicación

La comunicación no es necesariamente un humanismo. Todo depende del uso que nosotros hacemos de los medios que están a nuestra disposición. En este momento, África forma parte de las regiones que están conectadas sin que su voz, ni incluso su presencia, cuenten a los ojos de los poderosos de este mundo. El puño de una mano, una mirada, una sonrisa, constituyen a veces una conexión mucho mejor al mundo real, de los hombres y de las mujeres reales allí donde la comunicación no es más que pienso y mercancía.

4°) Ciencia


El nivel actual del conocimiento es una oportunidad inestimable para la humanidad. Pero « la ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma ». La guerra de Irak, la situación dramática de los Palestinos y el empobrecimiento en marcha de África son razones suficientes para desconfiar de los progresos de la ciencia. Todo tiende a demostrar que ésta acentúa el desequilibrio de las relaciones de fuerza. Sólo la ética en la economía y en la política puede disciplinarla.

5°) Horizonte

Tengo fe en el Hombre y en su incomprensible deseo de dignidad y de libertad. Sé que un día llegará en el que las cosas volverán a ocupar el lugar que les corresponde; la política consistirá entonces en colocar a la economía al servicio de los humanos y no a la inversa.  La sociedad civil mundial que está en marcha es una de las razones para creer en ello.