Imagen © Javier Abarca

Pifostio, 1999-2004

  • Javier Abarca

Instalación fotográfica
Cortesía de Javier Abarca

Un amplio archivo fotográfico conforma esta colección documental de la gráfica urbana de las calles de Madrid. Escrituras de rotulación casera, pinceladas de brocha gorda y otras señalizaciones de singular improvisación, pueden convertir a cualquier barrio en un espectáculo tipográfico, impregnado de una genuina necesidad comunicativa y libres de cualquier condicionamiento estético o formal.
Tal y como señala Javier Abarca, el uso generalizado de letras adhesivas para hacerse uno mismo el rótulo, es muy característico de una ciudad como Madrid. Aún más típica es la despreocupación a la hora de colocarlos: siempre a pulso, sin trazar una base ni apenas medir las distancias, obviando las leyes de espaciado o de interlineado. Incluso se puede observar que la mayoría de las letras ese se inclinan hacía la derecha, un comportamiento misteriosamente repetido en los rotulados de estos autores anónimos. Los caracteres adhesivos suelen ser mayúsculas de palo seco de la escuela suiza, frías y correctas. Dispuesta de manera despreocupada y, en algunos casos, combinada con letras de cualquier otra familia, la rotulación casera confiere una personalidad muy particular a la señalización y comunicación urbana, especialmente notorio en algunos barrios de esta ciudad.