Comunicación y origen de la vida

  • Juli Peretó

La vida es materia con dos biografías. El ser vivo está en contacto e intercambio permanente con el ambiente que le rodea, que a su vez se modifica por la presencia de la actividad biológica. Energía y materia circulan sin cesar a través de los seres vivos que sostienen una frenética lucha contra el desorden y el equilibrio. ¿Cuáles son los asideros de la vida para evitar la muerte? Membranas y máquinas moleculares se disponen en la frontera que separa el interior y el exterior del individuo para controlar y gobernar los flujos de materia y energía en beneficio propio.

 

Además de esta biografía individual de supervivencia, con muestras impresionantes de adaptación a los ambientes más insólitos e inhóspitos, la vida exhibe una dimensión evolutiva, una biografía a escala geológica, que se propaga y mantiene merced a los registros genéticos digitalizados que transfieren información de generación en generación. La modificación, reducción o captura de nuevos fragmentos de información son la base de la diferente capacidad de supervivencia y reproducción de los seres vivos, de su persistencia o su desaparición evolutiva.

 

Al principio de su andadura terrestre, ¿cómo se establecieron los primeros mecanismos de transformación bioenergética?, ¿el ambiente era complejo y los primeros seres vivos muy simples?, ¿o por el contrario el ambiente era simple y la materia adquirió espontáneamente una complejidad capaz de automantenerse? ¿cómo se inició la transmisión de información genética y, después, la evolución biológica? ¿qué fue antes, el metabolismo primitivo o la información genética? Estas cuestiones resumen algunos aspectos candentes del debate científico actual sobre el origen de la vida en la Tierra, sobre la base de nuestro convencimiento de que los primeros seres fueron consecuencia de fenómenos físicos y químicos remotos en la historia del planeta, que podemos suponer, comprender e, incluso, simular.

Juli Peretó.